Los beneficiarios de las ayudas destacan la gran oportunidad que supone este programa para sus carreras profesionales y las empresas destacan que facilita que finalmente puedan crear el puesto de trabajo y firmar con el joven becario un contrato laboral
Las becas de la Fundación DISA suponen “una valiosa oportunidad” para jóvenes egresados, ya que facilitan su primera experiencia de trabajo, aumentando sus opciones de inserción laboral con agilidad tras concluir su etapa académica. Así lo reconocieron ayer, 19 de enero, los beneficiarios de este programa de becas impulsado por la Fundación DISA y la Universidad de La Laguna, a través de su Fundación General, durante un desayuno coloquio, organizado por ambas instituciones para recoger opiniones de los participantes, becarios y empresas, en esta primera edición del programa de becas.
El rector de la Universidad de La Laguna, Antonio Martinón, presidió el acto al que acudieron los representantes de las pequeñas y medianas empresas que han abierto sus puertas a los recién titulados, acompañados de los jóvenes. Junto al rector, figuraba el presidente de la Fundación DISA, Raimundo Baroja, entidad que financia el coste de este programa, que tiene su réplica en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, el viceconsejero de Empleo y Emprendeduría del Gobierno de Canarias, Rafael Yanes, y el director gerente de la Fundación General de la ULL, Julio Brito.
Martinón destacó que “esta experiencia con la Fundación Disa nos ha resultado de mucha utilidad. Gracias a este acuerdo y a la puesta en práctica de estas becas estamos colaborando en la inserción laboral de nuestros egresados”. El rector adelantó que la ULL está “tratando de llegar a un acuerdo con el Gobierno de Canarias para poner en marcha un plan de empleo universitario, que permita la incorporación anual de un millar de titulados al mercado laboral durante diez años”.
El presidente de la Fundación DISA destacó que el objetivo de estas becas es facilitar a las microempresas canarias que “den un paso adelante para que contraten a personal cualificado”. Baroja animó también a los jóvenes que se están beneficiando de las ayudas en esta primera edición a “aprovechar la oportunidad, aprender rápido y dar lo mejor de sí mismos. Pueden probar su valía y su talento, de modo que las empresas en las que están ejerciendo este trabajo como becarios reconozcan su valor y creen el puesto de trabajo estable para ustedes”, explicó, dirigiéndose a los egresados de la ULL.
El viceconsejero de Empleo felicitó a la ULL y a la Fundación DISA por la iniciativa y reconoció que estaba aprovechando el encuentro para “tomar buena nota y copiar la iniciativa para extrapolarla al Gobierno canario”.
Diálogo fluido
El diálogo fluyó entre los organizadores, los representantes de las 13 empresas que han integrado a egresados universitarios desde el mes de septiembre y los becarios beneficiados por la ayuda.
Los empresarios agradecieron “el aire fresco” que la llegada de los titulados produce en las organizaciones. Pero, sobre todo, destacaron que la línea de becas, tal y como está configurada, facilita que finalmente puedan crear el puesto de trabajo y firmar con el joven becario un contrato laboral. Los representantes de las empresas animaron a la Fundación General de la Universidad de La Laguna y a la Fundación DISA a continuar impulsando iniciativas como ésta. Además se comprometieron a divulgar entre las empresas las ventajas de colaborar con estos programas de becas.
Por su parte, los testimonios aportados por las personas que han recibido las becas confirman la necesidad de la existencia de estas líneas de ayuda a la integración de egresados en el mercado laboral. “Mi principal preocupación en los últimos meses de carrera era el tiempo que tardaría en encontrar mi primer trabajo por mi falta de experiencia profesional”, aseguró uno de los becados, quien concluyó “para mi gran sorpresa, gracias a estas becas, sólo tardé dos meses”.
Las empresas y los becarios apuntaron la carencia en competencias transversales como las relaciones profesionales con clientes y con los compañeros en los entornos de trabajo como una de los principales escollos de la formación académica que, sin embargo, sí es muy alta y cualificada. “Es cuando accedes al primer empleo cuando te das cuenta de ello”, aseguró una becaria.
Los representantes de las empresas sugirieron a la Fundación General de la ULL y a la Fundación DISA que para mejorar la eficiencia del programa cuenten con sus opiniones durante la fase de elaboración de los requisitos de la convocatoria. Ésta y otras propuestas de mejora fueron recogidas por los responsables de las ayudas, que tendrán en cuenta estas aportaciones para mejorar la próxima edición de las becas Fundación DISA.
Nota de prensa emitida por el Gabinete de Comunicación de la ULL.
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