La pensadora participó en el debate protagonizado por expertos en historia de la educación, sobre el futuro de la universidad española, durante la presentación del número trigésimo cuarto de la Revista Historia de la Educación
Ángela Sierra, catedrática de la Universidad de La Laguna y codirectora del Centro de Estudios Latinoamericanos de la ULL, señaló que la principal amenaza que se cierne hoy sobre la universidad es la disociación entre las humanidades y las tecnologías y, en concreto, se refirió a cómo las primeras han ido perdiendo identidad y protagonismo, “como si fueran elementos no racionales”, dijo, lo que coloca a las humanidades en el punto de mira de la crítica social. La pensadora ofreció esta reflexión durante la mesa redonda acerca del futuro de la universidad española, que protagonizaron expertos en historia de la educación durante la presentación del número trigésimo cuarto de la Revista Historia de la Educación, editada por la Universidad de Salamanca, y que tuvo lugar en el Aula Polivalente del Edificio Central de la ULL el pasado miércoles, 3 de febrero.
En opinión de Sierra, este problema atañe a la construcción de una ética cotidiana, de tal manera que la asociación entre tecnologías, ciencia y humanidades contribuiría, desde su punto de vista, a una mayor responsabilidad social. “No se reflexiona acerca de que ni las TIC ni la ciencia, por sí mismas, mejoran la sociedad. La ciencia por sí sola no garantiza ni una sociedad más democrática ni una sociedad más humana”, explicó. La universidad debe imponerse la tarea de reconciliar ciencia y humanidades, y esta labor debería servir para ampliar los marcos democráticos, expuso Sierra.
Universidad mercantilizada.
El encuentro de expertos en historia de la educación se produjo en el marco de la presentación del número trigésimo cuarto de la Revista Historia de la Educación, editada por la Universidad de Salamanca desde hace 35 años y que, en esta ocasión lleva un monográfico sobre el centenario de la muerte de Giner de los Ríos, coordinado por la profesora de la Universidad de La Laguna Lourdes González-Luis.
Para la compiladora de este monográfico, el volumen contiene una doble motivación académica, que tiene que ver, por un lado, con la preocupación acerca de los derroteros de la universidad en la actualidad y, por otro, con el pensamiento del afamado pedagogo, filósofo y ensayista español, un intelectual muy crítico con el modelo educativo y cuyas posiciones le valieron la expulsión de la propia universidad.
Para Giner de los Ríos, la universidad debía ser “no solo una corporación de estudiantes y sabios, sino una potencia ética de la vida”, recordó González-Luis, por lo que desde su punto de vista urge “rescatar la maltrecha academia del monstruo que la fagocita”, en referencia al movimiento globalizador y a la economía de mercado, al tiempo que se preguntó por qué la transmisión y la generación de conocimiento ha quedado relegada a un segundo plano, a favor del modelo mercantil.
Una de las personas participantes en el posterior debate fue José Mª Hernández Díaz, catedrático de Historia de la Educación de la Universidad de Salamanca y director de la revista universitaria, quien relató que en este número la publicación realiza un viaje por la universidad española del primer tercio del siglo XX, con especial énfasis en la formación de los maestros, el papel del magisterio en la escuela y donde también se incluye una referencia al “desolador paisaje” de la universidad de hoy, apuntó, absolutamente mercantilizada. De hecho, el experto tildó de “estrechez” y de “uniformidad” la mirada de la institución de educación superior de nuestros días.
Frente a la misión formadora de élites de la universidad del pasado, hoy estamos frente a una institución democrática, apuntó, pero que tiene que ser todavía mucho más inclusiva y transparente en su gestión. Ensalzó la importancia de universidad como servicio público, que debe tener controles en su gestión, pero que ello no es óbice para que se la mida solo por su rentabilidad. “Esta institución no puede renunciar a su papel transformador de la sociedad”, afirmó. Para el especialista, hay que combatir el “discurso corrosivo” acerca de la excelencia, que se ha impuesto en todos los órdenes.
Modelo gerencial versus participación
A continuación intervino Manuel Ledesma, profesor titular de Historia de la Educación de la ULL, quien añadió que la democratización de la universidad española llegó de la mano de la Ley de Reforma Universitaria (LRU) de los años ochenta, pero que posteriormente el movimiento neoliberal ha dejado una profunda huella, acentuada hoy incluso por los vientos europeos.
En el mundo educativo, el auge privatizador ha llegado a sacralizar la enseñanza concertada, apuntó, y la presencia de escuelas privadas al ámbito universitario. “La universidad está padeciendo los efectos de las políticas neoliberales”, sostuvo, “con una reducción permanente y acentuada año a año de los presupuestos de los centros públicos” y con una constante llamada a las tasas de rendimiento, estándares de calidad y posicionamiento en los ránquines.
“Se está intentando limitar los procesos participativos en la universidad, a favor de un modelo gerencial”, argumentó el experto, “y lo peor es que hay gente encantada de que esto sea así”. Este nuevo modelo de universidad ha llegado al ámbito investigador, apuntó, de tal suerte que la ciencia básica se está viendo seriamente amenazada, puesto que cada vez tiene menos apoyo porque afronta necesidades que no dependen del mercado, añadió Ledesma. “La ciencia no debe pensar en todo momento en su aplicación inmediata”.
En este contexto, la capacidad docente ha perdido sentido y de hecho no cuenta con respaldo institucional dentro de la universidad, puesto que en la carrera académica cobra mayor peso la trayectoria investigadora y los méritos curriculares. Con todo ello el Espacio Europeo de Educación Superior ha supuesto una enorme decepción, aunque también opinó que esta situación puede revertirse, transformándose desde la conciencia individual de cada miembro de la comunidad universitaria.
La última intervención del debate estuvo protagonizada por Sandra Moreno, de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, en Caracas, Venezuela, quien expresó la misma decepción de los anteriores, en el sentido de que se implantó un modelo de universidad que hoy ha sido fagocitado por el sistema, expuso.
Moreno disertó acerca de los dos modelos de universidad que han coexistido en su país en los últimos años, de tal modo que ha habido un incremento del precio de la matrícula que supera el 200% pero, a la vez, se ha producido una municipalización de la educación universitaria, con la incorporación de voces que han cuestionado los mecanismos neoliberales que se han asentado en al sociedad, al tiempo que apeló a generar espacios para la construcción de una ciudadanía responsable. “La constitución de la universidad bolivariana transformadora se ha convertido en un esperpento”.
Nota de prensa emitida por el Gabinete de Comunicación de la ULL.
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