El objetivo de las acciones a emprender es difundir el trabajo que desarrolla el programa, como ejemplo para fomentar una imagen diferente y más positiva de este sector de población
El área de Responsabilidad Social y la Universidad para Mayores de la ULL intercambiaron ayer martes, 10 de noviembre, puntos de vista sobre las funciones de ambos servicios y la posibilidad de organizar acciones conjuntas. El diálogo se produjo en una reunión en la que estuvieron presentes el director de Secretariado de RSULL, Francisco Javier Amador; el director de la UpM, José Arnay; el presidente de la Asociación de Mayores, Agustín Hernández y la responsable de la UpM, Inmaculada Fernández. Según indicó José Arnay, el objetivo es dar visibilidad al citado programa y a través de él a las personas mayores «como miembros activos tanto de la comunidad universitaria como de la ciudadanía y fomentar el concepto de que este sector de población tiene mucho que aportar al resto de la sociedad».
Arnay afrimó que «desde la Universidad para Mayores tenemos la necesidad de hacer visible su existencia en la propia universidad, como ejemplo para fomentar una imagen diferente y más positiva de las personas mayores». El programa lleva 17 años incentivando la integración social de este colectivo, «mediante acciones para el aprendizaje en comunidad y la ciudadanía activa». Estos objetivos redundan en una finalidad: proporcionar oportunidades para optimizar el bienestar en esta etapa de la vida a través del conocimiento y la cultura. Es por esto que el encuentro sirvió como intercambio de ideas sobre las acciones a desarrollar conjuntamente durante el presente curso escolar y el próximo. Una de las actividades propuestas consiste en la elaboración de un mapa de líneas docentes e investigación en la ULL sobre la tercera edad, que permita identificar el trabajo que la universidad está desarrollando para mejorar la calidad de vida del colectivo.
La Universidad para Mayores se creó en el curso 1999-2000 con el fin de acercar las enseñanzas universitarias a un amplio segmento de la población, que había permanecido al margen de la educación superior, como son los mayores. Durante sus primeros 15 años de funcionamiento ha formado a más de 2.000 personas de entre 50 y 80 años, y se da la circunstancia de que ha ido en aumento el número de alumnado que acude a este centro con formación académica previa.
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