Jesús Socas, estudiante de la ULL promotor de la iniciativa «Invisibles»
Este estudiante de Contabilidad y Finanzas crea «Invisibles», un proyecto para dar voz y vida a gente sin hogar, que será presentado este viernes en la ULL
Jesús Socas Trujillo estudia el grado de Contabilidad y Finanzas en la Universidad de La Laguna. Al igual que la mayoría de sus compañeros, acude a sus clases en tranvía. Es buen observador y se percata de que en la parada en la que se apea en La Laguna, un caballero se sienta día tras día en el mismo banco, sosteniendo un libro entre sus manos. Una mañana se acerca a hablar con él y le ofrece el bocadillo que lleva para su almuerzo. Inician una relación de amistad basada en alimentar el estómago de aquel hombre pero, sobre todo, su ánimo, con el intercambio de opiniones literarias sobre los libros que Jesús decide prestarle. Todos los viernes durante casi un año, ambos acuden a su cita no concertada, hasta que un buen día el banco está vacío. Poco después Jesús se entera de que el caballero ha fallecido.
Esta historia ha tenido su continuación y unos doce meses más tarde, un grupo de estudiantes liderado por Jesús Socas presentará este viernes, 22 de abril a las 16.30 horas en el Aula «Tomás y Valiente» de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, su proyecto «Invisibles«, que ha gestado en el seno de la ULL, dirigido a eliminar estereotipos y dar visibilidad a las personas sin techo de la zona metropolitana de Tenerife. Para llevarlo a cabo ha luchado y tocado en muchas puertas, como la de ULL Solidaria (dentro del área de Responsabilidad Social Universitaria), y a día de hoy ha conseguido el apoyo de destacados organismos como Cáritas Diocesana de Tenerife o la Concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento de La Laguna.
— RSULL:¿Qué ocurre tras la desaparición de esta persona?
Jesús Socas: me impactó y lo sentí como quien pierde a un amigo de toda la vida. Sin embargo, comprendí que esta historia no podía quedar ahí. Pensé que al menos durante los últimos meses de su vida le había acompañado, le escuché y surgió una complicidad entre ambos, por lo que me di cuenta de que tenía que hacer algo.
— RS: Y te pusiste en marcha.
J.S: Si. Existe mucha gente alrededor nuestro por la calle, sin hogar, que necesitan ser escuchadas, recibir una mirada cómplice, un simple saludo y recuperar la voz que en algún momento de su vida perdieron ante la sociedad. Son invisibles.
— RS: ¿Cómo les has dado voz?
J.S.: Utilizando las herramientas de las nuevas tecnologías. Hablé con mis compañeros de piso y creamos un grupo en Facebook: Invisibles. Estos “amigos” nos proporcionan alimentos que nosotros elaboramos (bocadillos o platos variados) y bebidas como agua o leche y los usamos como excusa para acercarnos a ellos y preguntarles cómo se encuentran.
— RS.: ¿Y han tenido aceptación?
J.S.: Si. En pocos meses se adhirieron 49 personas a nuestro grupo. La mayoría son de la comunidad universitaria, aunque también tenemos a gente que no tienen nada que ver con la ULL.
— RS: ¿Cómo funciona?
J.S.: Es muy sencillo. Ponemos la necesidad de alimentos que tenemos y esas personas colaboradoras nos lo traen. Normalmente la respuesta es inmediata. En casa elaboramos los productos y se los llevamos, siempre por la noche. Hay veces que comenzamos a las nueve y nos da la madrugada y aún seguimos charlando con ellos. Su necesidad no sólo es comer, sino conversar, sentirse escuchados y acompañados y que son importantes para alguien. También solemos entregarles mantas o productos de aseo personal.
— RS: ¿Cómo les han recibido?
J.S.: Al principio con un poco de recelo, pero es lógico ya que no están acostumbrados a que desconocidos se les acerquen. Desconfían de las buenas intenciones. Por eso, al principio nos costó un poco llegar a ellos, pero ahora ya incluso esperan nuestra visita. Son gente abierta y la gran mayoría muy educados.
— RS: ¿Qué zona frecuentan?
J.S.: Santa Cruz. Concretamente donde se encuentran las grandes superficies, la piscina municipal y el estadio de fútbol. Son las zonas donde se congregan alrededor de diez personas.Todos hombres.
— RS.: ¿Cuentas con la colaboración de alguna institución pública o entidad privada, asociación…?
J.S.: No. Somos independientes. Sin embargo, hemos pensado que debemos profundizar más en nuestra labor, y concienciar a la sociedad de la importancia de que “vean” a estas personas. Así que nos hemos puesto en contacto con el Ayuntamiento de Santa Cruz y con Cáritas, para organizar una actividad formativa y ofrecer un protocolo básico de actuación o una guía sobre cómo acercarnos a este colectivo e interactuar con ellos.
— RS.: ¿A quién está dirigida esta actividad?
J.S.: A quienes estén interesados, no sólo a la comunidad universitaria, sino a cualquier ciudadano.
— RS.:¿Cuál es el objetivo?
J.S.: Queremos que este colectivo deje de ser invisible a la sociedad y que miren a través de sus ojos, que les vean, que les digan “hola”. En resumidas cuentas sensibilizar a los ciudadanos en que con un simple saludo esta gente se sentirá viva, les damos energía y, sobre todo, la autoestima que han perdido.
— RS.: ¿Cómo un estudiante de Finanzas acaba impulsando un proyecto de estas características?, ya que, -siendo tópicos- tu formación no está enfocada hacia la solidaridad
J.S.: Precisamente por eso. Las finanzas, tal y como están planteadas hoy en día, están estructuradas para reforzar un sistema contra las personas, por lo que no hay mejor espacio para iniciar este recorrido que desde el conocimiento interno del sistema y dar un nuevo enfoque más social a la economía actual. Darle la vuelta al mundo financiero para hacerlo más humano. Es difícil, pero no imposible.
Contactos con «Invisibles»:
https://twitter.com/
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