Según la investigación, en el Archipiélago existen 224 ejemplares de este mamífero y el 89% de los que han aparecido varados en Canarias presentan signos de impactos, lo que podría superar la capacidad de crecimiento natural de la especie
Un nuevo artículo de la Universidad de La Laguna, publicado en la revista especializada PLOS ONE , estima el número de cachalotes en Canarias en 224, en base a un muestreo acústico en las aguas profundas del archipiélago. Al comparar estos datos con los de varamientos involucrados en colisiones con buques, este trabajo sugiere que la mortandad de estos animales por esta causa podría superar la capacidad de crecimiento natural de la especie en el archipiélago, lo cual podría suponer un declive de su población en la zona.
Datos de la Red de Cetáceos Varados de Canarias, muestran que un 89% de los cachalotes varados en Canarias en la última década presentan signos de colisión, lo cual convierte al archipiélago en uno de los lugares del mundo con más registros de varamientos de estos animales involucrados en colisiones con buques. Las investigadoras de la ULL Andrea Fais y Natacha Aguilar de Soto, con la colaboración de estudiantes e investigadores tanto del centro tinerfeño como otros del extranjero, realizaron un muestreo acústico de cachalotes en las aguas profundas de Canarias.
“La mejor estima del número de cachalotes en Canarias es de 224. Este dato debe actualizarse cada ciertos años para poder determinar si la abundancia de la especie permanece constante o ha sufrido un declive”, afirma la doctora Fais. “El problema es que se ha estimado que una población de cachalotes tiene una productividad natural de alrededor de solo un 1.1% del número de animales; en el caso de Canarias esto se traduce a una tasa de incremento natural de 2.4 cachalotes al año, que se aproxima peligrosamente al número de cachalotes que llega a tierra cada año con signos de colisión”.
Cuando en un hábitat atractivo para una especie mueren más animales de los que se producen, esto recibe el nombre de “hábitat de sumidero atractivo”. “Es conocido que los cetáceos que llegan a tierra cuando existe un impacto en alta mar son solo la punta del iceberg, porque las carcasas pueden ser arrastradas por la corriente. Es decir, la mortandad por colisión podría ser mayor de la que vemos y superar la capacidad del cachalote en Canarias de compensar este impacto. En este caso podríamos ver un declive poblacional”, explica, por su parte, la doctora Aguilar.
El tráfico de vehículos en tierra causa problemas para la fauna silvestre, como el famoso caso de los linces en Doñana. Por ello, hay numerosas medidas de reducción del impacto de las colisiones, como la señalización, limitación de velocidad y construcciones de túneles y puentes. El tráfico marítimo también produce colisiones con la fauna, principalmente con los animales que necesitan salir a superficie para respirar, como son los cetáceos y las tortugas marinas, sin embargo, las medidas de reducción de impacto son aún escasas, y no son sencillas.
Normalmente las colisiones en la mar pasan desapercibidas y los animales afectados son arrastrados por la corriente y consumidos aguas adentro por tiburones y fauna carroñera. En ocasiones, sin embargo, la costa recoge los restos de ballenas con barbas, cachalotes e incluso delfínidos que muestran claros signos de colisiones con buques.
El problema de las colisiones no es único del cachalote en Canarias, afecta a muchas especies de cetáceos en mares y océanos del globo. Por eso, la Organización Marítima Internacional (OMI), una entidad de Naciones Unidas que regula el tráfico marítimo, ha publicado una guía para reducir el impacto de las colisiones. La guía incluye la necesidad de dar información a los navegantes y al público, así como de recopilar información para proponer medidas concretas para reducir las colisiones, tales como cambios de líneas de tráfico marino, reducción de velocidad y tecnologías de avisos de presencia de cetáceos, entre otros.
Identificar qué medidas son aplicables en Canarias es el objetivo del “Grupo de Trabajo para la Prevención de Colisiones” que lidera el Grupo GIC y la ULL, y en el que participa el MAGRAMA, el Gobierno de Canarias, las tres compañías de tráfico inter-insular más grandes de Canarias (Fred Olsen, Armas y Trasmediterránea) y cuyas reuniones hospeda la Autoridad Portuaria de Tenerife. Este trabajo se encuadra en el proyecto www.canariasconlamar.wordpress.com.
Los trabajos han seguido la guía de la OMI, comenzando por la formación. Se consiguió el hito histórico de incluir las colisiones en el temario académico de los capitanes del futuro, cursando la Ingeniería Superior de Náuticas de la ULL. Se identificó que era necesario realizar un mapa de riesgo, localizando las zonas de mayor importancia para el cachalote en Canarias, y su coincidencia con líneas de tráfico inter-insular e internacional. Posibles cambios en las primeras son competencia del gobierno nacional y regional, mientras que las segundas son reguladas por la OMI en lo que será un proceso cargado de paciencia.
Nota de prensa emitida por el Gabinete de Comunicación de la ULL.
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